Amigo, ¡te cambió la cara!
En una estación de trenes de un país europeo, se encontraba la gente tomando descansos en bancos habilitados para esperar a que llegara el medio de transporte. Una persona que iba a encontrarse con su amigo, comenzó a caminar a donde sabía que estaría esperándolo.
Su sorpresa fue que, cuando por fin llegó, vio que su amigo tenía cabeza de perro. Y la realidad es que este había llevado a su perro, pero justo en el momento en que lo vio, su mascota estaba de pie, asomando la cabeza mientras tapaba la de su dueño. Esto le ocasionó una imagen de cuerpo humano y cabeza animal.