No tan inocente
Mildred sentía mucho dolor por todas las actitudes de su familia y consideraba que ellos debían ser castigados por dejarla morir. Ellos habían sido tan malvados que incluso habían intentado que su preciado miedo dejara de visitarla. Thomas era la última persona que le quedaba en la vida.
Lo que Mildred no sabía era que en realidad ella había sido engañada durante mucho tiempo por la única persona en la que confiaba en ese momento. Su amado nieto no era tan inocente después de todo y sus hijos solo estaban haciendo lo que ellos pensaban que era verdaderamente lo correcto.