Cada uno interpreta lo que quiere
Ante la consigna de “Escribir los siguientes números que están escritos en letras”, este niño interpretó que había que poner los números posteriores a los que aparecían en el trabajo. El papá se rió en redes sociales y decidió compartir este gracioso hecho. El exclamó que quien no entendió bien el ejercicio fue el profesor, ya que el niño de siete años realizó exactamente lo que la consigna planteaba. Si el caso iría a juicio, probablemente le darían la razón al infante! Es un claro ejemplo de la literalidad con la que se manejan los chicos y de que a veces los maestros tendrían que ser más claros en las consignas