Pedido de refuerzos
Al observar un enorme bulto en su vientre y el peligro del pobre león, George decidió llamar de inmediato al veterinario local. El veterinario llegó de inmediato y no pudo creer lo que estaba viendo. Tanto el veterinario como George sabían que no era una situación fácil por lo que llamaron a la policía y a más guardabosques.