El corazón roto
Luego de escuchar todo lo que sus hijos tenían para decirle, Mildred quedó devastada. Durante los últimos dos años ella había pensado que sus hijos no querían saber nada con ella. Luego de preguntarse qué había hecho para merecer eso, ella sabía la triste verdad.
Todo lo que había sucedido era su culpa. Si ella no le hubiera creído cada palabra a su nieto Thomas, ella podría haber estado todo ese tiempo con sus hijos. Mildred estaba muy triste de saber que su nieto le había mentido y de haber perdido tanto tiempo lejos de sus hijos. Pero en realidad solo había un culpable: Thomas.