Organizando todo
Mildred estaba muy decidida en llevar a cabo su plan a pesar de los inconvenientes. Por lo tanto, ella tomó el teléfono y discutió todo con su abogado. Afortunadamente, el abogado estaba complacido de realizar todo el proceso.
Aunque la pobre mujer estaba muy convencida de que eso era lo correcto, ella temía por lo que sus hijos pensarían cuando descubrieran su nuevo plan. Mildred estaba preparada para lidiar con lo que surgiera. Por lo menos así ella tendría la posibilidad de expresarle a sus hijos todo lo que pensaba y cómo se había sentido con su abandono en los últimos años.