Un gato que acude más al gimnasio que su dueño
Una persona salió de compras al centro comercial y llegó a su casa con bolsas de lo que se llevó de las tiendas. En el momento en que dejó una de las bolsas sobre la mesa y se volteó para sacar algo del refrigerador, ocurrió un hecho muy gracioso.
Al voltearse hacia la mesa nuevamente, se dio cuenta de que su bolsa tenía la cara de su gato, que se escondía detrás. Lo divertido de la situación, es que en la bolsa aparecía un modelo con su musculatura visible. Esto hacía parecer que el gato tenía un cuerpo humano y en buena forma.